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George Forsyth y la restauración de un partido para tentar la victoria

El exarquero del club de fútbol Alianza Lima y la selección nacional, y hasta hace poco alcalde del distrito limeño de La Victoria, pretende llegar a la presidencia del Perú arropado en la agrupación política Restauración Nacional, que cambiará a Victoria Nacional.

Por: David Pereda y Ernesto Carrasco

Con su renuncia a la alcaldía del distrito limeño de La Victoria y su incursión en el partido político Restauración Nacional, la carrera de George Forsyth con miras a la Presidencia de la República está en marcha. Al dimitir ante los regidores, acabó con todo misterio cuando anunció: “Postularé a la Presidencia del país”.

Por lo pronto, Restauración Nacional ya solicitó al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) su cambio de nombre a Victoria Nacional y un nuevo símbolo: un ícono de campana color rojo con las iniciales ‘V’ y ‘N’ adentro.

De este modo, el partido que fundó el pastor evangélico y excongresista Humberto Lay deja la imagen de la espiga, elemento recurrente en la Biblia, y pasa a una nueva etapa con otro líder que apunta a Palacio de Gobierno. En la organización política, ven una oportunidad para renovarse y crecer electoralmente.

Lay renunció al partido el año pasado y quedó al mando el secretario general, John Fernández de Paredes, un comunicador que conoció al pastor en un templo y que luego trabajó con él en el Congreso. Fernández ha sido reconocido como presidente del partido político.

Con el ingreso de Forsyth a esta organización, también se buscan cambios en el estatuto “para agilizar procesos de elección y temas internos”, según cuenta Fernández de Paredes. Además, el ahora exalcalde victoriano presidiría la Comisión Nacional Política del partido.

Fuentes cercanas a Forsyth aseguran que este asumirá la presidencia de la comisión política de Restauración Nacional y luego el partido. Foto: La República

“En una reunión del CEN, le hemos planteado que él se integre a la Comisión Nacional Política y pueda quizá también presidirla. Esa ha sido la invitación porque el estatuto le permite”, asegura el dirigente.

Fuentes cercanas a Forsyth aseguran que este asumirá la presidencia de la comisión política y, luego, del partido. Hasta ahora la dirigencia anterior se mantiene y el único cambio ha sido la afiliación del exalcalde victoriano.

El 25 de octubre, Restauración Nacional oficializó la plancha presidencial del exburgomaestre. En la primera vicepresidencia se encuentra Ana Patricia Arévalo Majluf, directora del Fondo Editorial de la Universidad Católica (PUCP), en la segunda vicepresidencia está Jorge Chávez Álvarez, líder de la consultora Maximize y expresidente del Banco Central de Reserva.

El partido tuvo en sus inicios mayoritaria presencia de evangélicos por el liderazgo de Lay, pero esto fue cambiando.

“Para las elecciones generales del 2006, nuestros candidatos evangélicos eran un 50%. El primer secretario general no era evangélico, otros secretarios tampoco. En las regionales y municipales, también del 2006, un 70% de candidatos no eran evangélicos. Y en las del 2010, más de 85% ya no lo eran”, comenta Fernández de Paredes.

El ideario del partido también está en proceso de cambio.

“Se ha formado una comisión. A inicios de marzo les encargué que vean el tema del ideario. Se está modernizando, se le está dando un aire más fresco y actual. Se ha encargado a personas del partido que vienen con nosotros desde hace muchos años atrás”, sostiene.

“En el ideario se notaba mucho el lenguaje evangélico. Seguirá el mismo espíritu, pero el lenguaje se modernizará”, dice.

Luego de la renuncia de Lay en el 2019, el partido ya buscaba renovarse. El año anterior, en las últimas elecciones regionales y municipales, Restauración Nacional logró tener un gobernador, 8 alcaldes provinciales y 49 distritales. Lay postuló a la alcaldía de Lima y quedó en el puesto 13. Decidió dejar la política.

Con miras al 2021, Fernández de Paredes y su equipo trabajaban en la renovación cuando el presidente Martín Vizcarra planteó el adelanto de elecciones generales para este año. Entonces, tuvieron un acercamiento con Daniel Salaverry.

“Tuvimos que acelerar los pasos. Por una amistad en común, llegamos a conversar con Salaverry. Luego se disolvió el Congreso y los plazos volvieron a ser para el 2021. Salaverry decidió recolectar firmas para su partido y nosotros seguir nuestro camino”, relata el dirigente.

Ahora el discurso de Forsyth muestra pragmatismo, conexión con sectores populares y una imagen de eficiencia. En la última encuesta nacional del Instituto de Estudios Peruanos, el exalcalde distrital tiene un 23% de intención de voto, el más favorecido, con más fuerza en el oriente del país y en Lima.

Forsyth y Lay

Forsyth entró en política como candidato a regidor de La Victoria por el Partido Popular Cristiano (PPC) en las elecciones del 2010. Entonces era un popular futbolista del club Alianza Lima, asentado en ese distrito. La candidata a la alcaldía capitalina fue Lourdes Flores Nano y a su distrito, Alberto Sánchez Aizcorbe, quien ganó.

El futbolista fue elegido regidor de La Victoria y en el 2013 se sumó a las figuras que apoyaron la campaña del “No”, contra la revocatoria de la entonces alcaldesa de Lima, Susana Villarán.

En las elecciones 2018, Lay intenta llevar a Forsyth a su lista de regidores para el municipio de Lima, con Restauración Nacional, pero él desiste. Foto: La República

En el 2014, Forsyth asume la alcaldía del distrito porque Sánchez Aizcorbe toma una licencia para candidatear a Lima.

Para las elecciones del 2018, Lay conversa con Forsyth interesado en llevarlo en su lista de regidores para el municipio de Lima, con Restauración Nacional. El futbolista desiste y llega a un acuerdo con Somos Perú para candidatear a la alcaldía de La Victoria, que logra ganar.

Factor evangélico

El factor evangélico, presente en el partido de Lay sobre todo en sus inicios, ha ganado fuerza en los últimos decenios de la política peruana. Desde la incursión de Alberto Fujimori, el Perú ha sumado personajes en el Congreso de la República con anecdóticas participaciones, pero sobre todo se dio la irrupción de los evangélicos y tal creció su influencia, que, desde el 2006, se ha establecido la ceremonia de Acción de Gracias por el Perú entre los actos oficiales de Fiestas Patrias.

A esa celebración religiosa, cada 30 de julio, asisten el presidente de la República y altas autoridades políticas junto con los líderes de las iglesias cristianas evangélicas del Perú. Es decir, un paralelo con las festividades religiosas católicas.

Es evidente que hay un avance, desde la religión, para llegar al poder político.

El teólogo y exministro del Interior José Luis Pérez Guadalupe en su libro ¿Políticos evangélicos o evangélicos políticos? Los nuevos modelos de conquista política de los evangélicos en América Latina sostiene que: Las concepciones bíblico-teológicas acerca del mundo y de la política han cambiado radicalmente en el continente, y ya los nuevos evangélicos latinoamericanos no solo participan y disfrutan del mundo sin el menor remordimiento (‘teología de la prosperidad’), sino que ahora buscan purificarlo (‘teología de la guerra espiritual’) y conquistarlo (‘teología del dominio’ o ‘reconstruccionismo’). En este sentido, los evangélicos pasaron de preguntarse si se participa o no en política, a preguntarse cómo se debe participar y por quién se debe votar.